CASO PENAMOA, LA PISTA MILITAR

Ante el comentario de la primera familia paya que entrevistamos en Penamoa, de que además de los policías habían visto soldados en la zona, escribí al Ministerio de Defensa para solicitar confirmación o desmentido de que en las fechas de los avistamientos hubo despliegue de tropas en la zona. 

Desde Madrid me remitieron a la Capitanía de A Coruña, a donde también acudí para solicitar esa información. Me dicen que en esa zona con cierta frecuencia se realizan maniobras de entrenamiento, pero que no tienen constancia de ninguna aparición sobrenatural…

Sin embargo localicé un testimonio que contradice la versión oficial del Ejército. El testigo: J. A. C. accede a que grabe en audio la entrevista a condición de que no se revele su identidad.

-Cuéntame lo que me has contado sin la grabadora…

-Fue un compañero de mi primo, un militar que realizaba el servicio militar en uno de los cuarteles de artillería del polígono de La Grela, si no me equivoco.

-¿Qué te contó?

-Estaba haciendo la guardia, escuchando música con unos Walkman con cascos. De repente el aparato se paró. A él le pareció muy raro porque las pilas estaban bien. Miró las pilas y no les pasaba nada. De repente se le apareció algo blanco delante de él. Él, claro, se asustó y en acto de defensa propia cargó el Zetme, el fusil que llevaba, y disparó a ráfaga. Volvió a cargar y volvió a disparar contra la cosa blanca. Me parece que así fueron cuatro cargadores lo que disparo contra la cosa esa. De repente desapareció esa cosa blanca. Llamó al teniente de guardia y al día siguiente aparecieron los casquillos pero ningún proyectil. Y al parecer hay delante de la garita un muro, y el proyectil de Zetme atraviesa, me parece que 60 cm de pared de ladrillo, pero ninguna bala se encontró…

Lamentablemente, y pese a mi insistencia a José, su primo se negó en todo momento a identificar al protagonista del supuesto incidente y a permitirme entrevistarlo.

El acuartelamiento oficial del grupo de Artillería de la Brigada Aerotransportabla Ligera (Briat), hoy Brilat, estuvo ubicado, hasta 1988, en Zalaeta. Fecha en la que fue trasladado al Cuartel de Figueirido (Pontevedra). Lo que había en La Grela, en 1985 era la antigua sede de la Jefatura Regional y Cía Regional de Automovilismo, de la Cía de Autos y de Transportes de la BRIAT. Situado a poco más de 2 km de Penamoa. Hoy abandonado y situado detrás del Centro Comercial Marineda City. La confusión es razonable.

Sin embargo, la imposibilidad de contrastar el relato de J. A. C. con el protagonista original, y la falta de colaboración del Ministerio de Defensa me obliga a desestimar este relato a la espera de que alguna fuente directa quiera ratificar o refutar dicho testimonio. Continuaré esperando…

35 AÑOS DESPUÉS… 

En marzo de 2019 encontré la pista en una página de criptozoología en la que se dedicaba una entrada al Caso Penamoa. Entre los comentarios, un joven de etnia gitana aseguraba que había comenzado a interesarse por la criptozoología después de que sus padres le confesasen que ellos habían sido testigos del humanoide de Penamoa.

Localicé a Enrique B. B. en La Coruña, donde continuaban viviendo años después del desmantelamiento del asentamiento gitano.

- (El humanoide) salía de noche y era como un mono de unos dos metros. Y el primer día que apareció se vio una luz muy fuerte en el cielo. También hacía que las hogueras que estaban encendidas se apagaran y se volviesen a encender, y llamaba a la puerta de la gente, arañando las puertas… 

A través de Enrique pude escuchar, 35 años después, el testimonio de sus padres, repitiendo exactamente la misma historia que nos habían narrado en nuestra visita al asentamiento gitano en 1985.

-Decían que si era un muertecico que le salía al papa. Cogió el papa la escopeta y se marchó pal monte: ¡A ver, que quieres, si es por mi aquí estoy. Que quieres!.

-¿Pero qué visteis?

-Estábamos en las puertas, con unos ojeras grandes, grandes, y pasa la policía, con las luces largar p´allá, pal monte, y al iluminar yo lo vi, y la policía también lo vio, como una persona grandona, pasaba de un lado pa´otro. Y la policía al verlo, con las luces largas, ya se fueron detrás... Yo lo vi de lejos, como cruzaba, pero la gente lo vio. La primera que lo vio fue la (ininteligible) del Pascual… con ojos rojos, como de fuego, que se iban encendiendo y apagando, encendiendo y apagando… una cosas muy rara… y nos tuvo así trece días…