- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
El Último libro de Manuel Carballal ¡¡YA A LA VENTA!!
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Jesús de Nazaret no fué el primer crucificado. Antes que él otros muchos infortunados murieron en cruces. La arqueología, la exégesis y la historia han aportado en los últimos años importantes evidencias sobre como se desarrolló la condena a muerte por crucifixión. La historia de la cruz, y su relación con la atípica crucifixión de Jesús de Nazaret pueden aportar importantes indicios sobre enigmas contemporáneos, y presentar gran relevancia teológica.
A pesar de encontrarnos a las puertas del siglo XXI, todavía existen quien considera la crucifixión como una atroz forma de martirio inventado por los romanos para la muerte de Jesús de Nazaret, sin embargo nada más lejos de la realidad.
El martirio de la cruz es ya citado por fuentes asirias, egipcias, griegas, persas, cartaginesas, etc., mucho tiempo antes de la era cristiana, aún a pesar de que no se haya datado con exactitud su origen.
Cuenta Flavio Josefo que el rey asirio Antioco IV Epifanes, en su persecución de los judíos, entre el 174 y 164 a.JC, sometió a intensos tormentos a quienes no acataban sus leyes, "...hiriéndoles a latigazos, mutilando sus cuerpos y, estando todavía vivos, colgándoles de cruces".
Esta tortura, junto con la horca, fueron denominadas "arbor infelix" o "infelix lignum", que significa "árbol siniestro" y "leño o tronco siniestro", a pesar de que tiempo después la horca pasó a denominarse genéricamente "furca". Esta utilización de la definición "infelix lignum" arbitrariamente para la muerte en cruz y la muerte en horca, ha llevado a algunas comunidades "religiosas", como las Iglesia de los Testigos Cristianos de Jehová, a la convicción de que Jesús murió clavado a un solo tronco vertical, sin el leño horizontal que forma la clásica cruz latina.
Pese a esta singular concepción de la crucifixión, lo cierto es que en ambas denominaciones latinas antes citadas, al igual que en la "infamis stipes patibulum", los vocablos "arbor" (árbol), "lignum" (leño, tronco), y "stipes" (palo, tronco de árbol), se hace alusión al elemento básico de la cruz; el tronco de árbol de poco grosor.
¿Pero quién pudo ser el inventor de tan atroz forma de muerte?
Ya Cicerón, elocuente orador, pensador y político romano, indicaba a un tal Tarquino como su creador, sin embargo investigadores contemporáneos, como el padre Medina u otros prestigiosos teólogos, exégetas y arqueólogos bíblicos, documentan que el suplicio de la cruz se usaba en Roma antes de Tarquino, siendo además conocido y practicado fuera de la Ciudad Eterna.
La opinión más extendida en la actualidad es que esta cruel forma de ejecución es de origen asiático, concretamente persa, a pesar de que algunos estudiosos como Cecil Powney mantengan que su origen es fenicio.
Pero lo importantes es que la cruz ya era utilizada por griegos, egipcios, cartagineses, y en otras áreas próximo-orientales antes de su introducción en Roma.
Actualmente algunos escépticos, como casi siempre desinformados, cuestionaban la existencia de este tipo de ejecución creyendo que tan solo se citaba en los evangelios del Nuevo Testamento. Sin embargo la arqueología ha venido a confirmar el texto evangélico como en otras ocasiones.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario