JONATHAN REED… ¿CONTACTADO O FARSANTE?

El pasado 16 de mayo los telespectadores del popular magazine televisivo “Otro Rollo”, del canal televisa, tanto en México como en parte de los Estados Unidos, contemplaban anonadados unas imágenes absolutamente increíbles, que asomaban a sus pantallas. Una criatura de gran cráneo gris, y unos 120 o 130 centímetros de estatura, aparecía tumbada sobre una manta térmica, presentando una gran herida en la parte posterior de la cabeza… 

El artífice de que esta controvertida película haya salido a la luz es Jaime Maussan, el rostro más popular de la televisión mexicana, dedicado plenamente a la investigación OVNI desde que, hace más de dos lustros, dirigiese un documental sobre el contactado suizo Billy Meier para el programa 60 Minutos. Desde aquel día Maussan ha producido cientos de documentales sobre ufología, convirtiéndose, tal vez, en el divulgador OVNI más importante del mundo. 

Por esa razón quizás –según explica Maussan a EOC cuando nos reunimos con él en su despacho de México DF- ha sido elegido por el autor de este increíble documento, para dar a conocer al mundo tan extraordinario video. 

El pasado 9 de Mayo Jaime Maussan asistía a la reunión concertada en el National Press Club, de Washington, donde el Dr. Steven Greer presentó a casi dos docenas de testigos militares y gubernamentales de élite en relación al encubrimiento OVNI, como parte de su campaña para conseguir que el gobierno norteamericano libere la documentación existente sobre tecnología OVNI. Durante este acto, sin duda un hito en la historia de la ufología, Maussan fue abordado por Jonathan Reed -que asistía como público, no como testigo de Greer-, a quien en realidad ya había conocido meses atrás en Los Angeles, aunque en aquel momento no había prestado atención al relato de quien, en principio, le pareció uno más de los cientos de contactados que Maussan ha conocido en los últimos años. 

Según relata a el famoso presentador mexicano, tras aquel nuevo encuentro Maussan decidió dedicar mas tiempo a Jonathan Reed, quedando fascinado por su extraordinaria historia. “Jonathan Reed –nos cuenta Jaime Maussan- conocía mi trabajo y me dijo que creía que yo era la persona adecuada para dar a conocer al mundo sus espectaculares evidencias”. 

Una semana después de la reunión del National Press Club, y en un programa de máxima audiencia en un canal mexicano –que tambien se recibe en EEUU- Maussan lanzaba en exclusiva la película tomada por Reed. La audiencia del programa fue extraordinaria, y al día siguiente, los informativos de Telemundo Network repetían las imágenes de Reed, como si se tratase de la evidencia definitiva de la presencia ET en la Tierra. 

ROSWELL…MEIER… ¿JHONATAN REED?

A lo largo de la historia de la ufología algunos casos han dividido la comunidad de investigadores hasta el extremo de poder considerarse “declaraciones de guerra” entre diferentes asociaciones y estudiosos. Casos como la autopsia de Roswell, los documentos MJ-12, o los contactados Billy Meier y Ed Walter supusieron, en su día, un punto de ruptura entre colectivos de investigadores, anteriormente colegas y colaboradores. Hecho este que confiere una trascendencia ufológica intrínseca a dichos casos, al margen de su autenticidad o falsedad. La historia de Jhonatan Reed parece seguir inexorablemente ese mismo camino. 

Mientras estudiosos como Virgilio Sánchez Ocejo y el Miami Ufo Center, el club de oyentes de Art Bell, o la revista CRONOS declaran abiertamente su convicción de que Reed es un fraude, otros como Jaime Maussan o Daniel Muñoz, defienden a capa y espada su inocencia, y la legitimidad de las imágenes. “Yo he tratado con muchos testigos y contactos OVNI –declara Maussan- y estoy seguro de que Reed dice la verdad.” 

A groso modo, y según divulgaba Daniel Muñoz en una nota de prensa previa al viaje de Reed a México para presentar mundialmente su caso, el pasado mes de junio:

"El 15 de octubre de 1996, el Dr. Jonathan Reed, especialista en psicología infantil, durante un día de campo con su perra Suzie en las montañas Cascada, al noroeste de Seattle, tiene un encuentro con un ser extraterrestre… El extraño ser es atacado por la Golden Retriever y éste se defiende aniquilando a la perra en una forma por demás extraña, creando en Reed una mezcla de miedo y enojo… Dichos sentimientos encontrados no le evitan defender a su mascota sin éxito, golpeando con un leño al alienígena abriéndole la cabeza y dejándolo sin sentido, muerto aparentemente… 



"El Dr. Reed, consternado por la traumática experiencia, se percata de la presencia de un extraño objeto levitando en las cercanías de la zona, gracias a un zumbido que percibe y que paulatinamente le hace sentir náuseas… Al acercarse al objeto, sus malestares se acentúan, generando vómito y diarrea, en un cuadro de deshidratación aguda y repentina… Reed llega a un grado de no poderse erguir y piensa que morirá en ese paraje boscoso… Después de algunos minutos, recuerda que en su mochila de excursionista trae consigo una cámara fotográfica y una de vídeo, decidiendo sacarlas y documentar lo ocurrido… Lo consigue con grandes esfuerzos, y posteriormente considera oportuno envolver el cuerpo del alienígena en una sábana térmica que también llevaba consigo, sin saber si esconder el cuerpo o llevarlo a otro sitio… Finalmente lo lleva a su jeep, terminando en la hielera del garaje de su casa… 

"Sin poder creer lo que está viviendo, Reed llama a su amigo Gary, quien puede observar el cuerpo y concluye que se trata de un ser extraterrestre… Mismo que, después de dos días dentro de la hielera, recupera su vitalidad y movimiento, estableciendo una relación con Reed basada en gritos, sonidos y actitudes… A partir de entonces, y gracias a una serie de llamadas pidiendo ayuda y orientación a las organizaciones dedicadas al estudio del tema ovni en Seattle, comienza una persecución contra Reed, que consiste en borrar su identidad y en intimidar a sus amigos, llegando inclusive a provocar la muerte de algunos de ellos. 

"Nueve días después, Reed encuentra su casa siendo vaciada literalmente, dando por resultado la pérdida de una gran parte de las evidencias conseguidas… De esta forma, el Dr. Jonathan Reed comienza una vida de persecución y de ataques personales y a sus amigos, mismos que continúan en diferente medida. A raíz de la publicación de un libro relatando su encuentro con este ser, comienza una serie de presentaciones personales, acompañado de tres investigadores que se han dado a la tarea de redocumentar su vida anterior al incidente para sustentar esta experiencia. Una experiencia que ahora es analizada profundamente por Jaime Maussan y su staff de investigadores, rescatando del olvido una historia que parece de ficción, pero que tiene elementos suficientes para demostrar su autenticidad y su realismo.”.

Finalmente Reed viajó a México el pasado verano, y en una efectista rueda de prensa, rodeado de guardaespaldas, mostró sus videos y el brazalete “teletransportador”, aunque no realizó ninguna demostración de “teletransporte” ante las cámaras de televisa. Prometió hacerlo próximamente. Mientras, todos sus seguidores y detractores pueden seguir los pasos del caso en las paginas web de Jonathan Reed: www.aliendestiny.com y www.odysseylink.net 

LA VOCES CRITICAS A REED 

Poco después de que Jonathan Reed fuese entrevistado en el mítico programa de radio de Art Bell, en EEUU, comenzaron a surgir las primeras voces críticas entre los componentes del club de oyentes de dicho programa. Interesados por la fantástica historia, algunos de aquellos oyentes decidieron investigar y, según divulgaba recientemente la revista Cronos, el resultado de sus pesquisas no podía ser mas desalentador:

“Según Reed, la prueba de ADN al extraterrestre fue conducida por un individuo de nombre Harold Chacón. La prueba reveló que el extraño ser no era humano ni animal. Chacón, quien también asegura ser un “Microbiólogo” y no ha podido mostrar su título a nadie, también ha sido invitado al programa de Art Bell, pero el famoso locutor no se molestó en verificar el título ni las credenciales de éstos dos charlatanes. La excusa que han utilizado estos patanes es de que el gobierno les ha destruido sus documentos, así como las bases de datos que archivaban sus comprobantes de estudios. 

“Robert Raith, quien fue co-autor del libro publicado por Reed, ha sido un invitado frecuente en el programa de Bell. La impactante revelación sobre este caso fue descubierta cuando un individuo que asegura haber sido inquilino de Raith confesó que el verdadero nombre de Robert Raith era “Robert Aria”. Finalmente, lo mas decepcionarte fue cuando éste individuo señaló que Aria y Chacón trabajaban en una gasolinera de la compañía Chevron localizada al poniente de la ciudad de Seattle. 

“Cuando dos miembros del radio club de Art Bell se enteraron sobre ésta falsedad, decidieron averiguarlo por si mismos. Charlote LeFevre, coordinadota de la página de chat de radioescuchas de Art Bell, y Philip Lipson, quien es director de una biblioteca metafísica local, lograron verificar que inequívocamente eran empleados de dicha gasolinera tras haber hecho una llamada telefónica con el supervisor de la estación Chevron. LeFevre, quien había conocido a Robert Raith anteriormente, se llevó la sorpresa de su vida al visitar la gasolinera y encontrar a “Raith” tras el mostrador. De inmediato, el charlatán se echó a correr cobardemente al verla. “Cuando me vio”, cuenta LeFevre, “se echó a correr como una gallina mostrando una expresión de burla en su rostro”.

“LeFevre reporto el incidente a Kathelen Andersen, directora de “Mutual UFO Network” del estado de Washington. Para su sorpresa, Andersen ya había conocido a Harold Chacón y Robert “Raith” o Aria en una reunión. Ella aseguro que los dos individuos le habían contado que planeaban escribir un libro de ciencia ficción. Reed, Raith y Chacón han evadido a la prensa desde que fueron expuestos. Por otra parte, Art Bell pudo hacer ciertos comentarios al respecto. “El se presentó como un microbiólogo” dice Bell. 

“Miren, yo solo soy un locutor, no soy investigador; además, mas seguido de lo que nos imaginamos, mucha gente asegura que sus records se les ha destruido por individuos que intentan empañar su credibilidad”, continuó. 

Una semana después de la visita a la estación gasolinera, LeFevre recibió un correo electrónico y una llamada telefónica de Art Bell pidiéndole que renunciara al club de aficionados. Sin lugar a duda, Art Bell se molestó que ella hubiese revelado la verdad sobre una de las noticias mas relevantes de su programa radial.